Cuando se trata de la seguridad de los datos, los atacantes siguen aprovechándose del punto más débil de todos: las personas. En este artículo analizamos 11 errores de seguridad que muchos usuarios –los más irresponsables– siguen cometiendo a diario.
1. No instalar parches
La triste realidad es que la mayoría de las filtraciones de datos no solo se debe a errores humanos, como hacer clic en un vínculo malicioso, sino también a sistemas informáticos cuyo software está desactualizado.
Por ejemplo, los atacantes suelen aprovechar las fallas de Microsoft Office y Adobe Player que los usuarios aún no corrigieron, para lograr entrar a los equipos. Otros atacantes más avanzados aprovechan las vulnerabilidades que llamamos “0-day” para las cuales todavía no se publicó el parche o la revisión correspondiente.
Para muchos usuarios, e incluso para algunos administradores de sistemas corporativos, la administración de los parches sigue siendo una tarea banal. No obstante, la buena noticia es que cada vez es más fácil hacerlo. Microsoft está implementando modificaciones en Windows que dejarán la Revisión de los Martes como cosa del pasado, mientras que la mayoría de sistemas operativos (incluyendo Android e iOS) ahora cuentan con una funcionalidad de actualización automática para aplicaciones móviles, de modo que los usuarios no tienen que hacer nada.
2. Ser demasiado confiados
Las personas siguen siendo demasiado confiadas en el mundo digital. Quizá ya la mayoría comenzó a ignorar las llamadas y los mensajes de texto no solicitados al igual que a los vendedores ambulantes que se presentan en el hogar, pero aún siguen abriendo correos electrónicos y vínculos de personas que no conocen.
Demasiado a menudo, los usuarios abren esos correos electrónicos y descargan archivos adjuntos (algunos de los cuales pueden incluir malware), y en ciertos casos hacen clic en vínculos acortados que aparecen en Twitter, LinkedIn o Facebook. Algunos de ellos los redirigen a sitios web infectados y son señuelos para que caigan en engaños.
3. Reutilizar contraseñas
El mayor paso en falso que los usuarios informáticos siguen dando es el uso de contraseñas débiles o reutilizadas, que los atacantes pueden adivinar mediante ataques por fuerza bruta.
La administración de contraseñas puede ser un problema: un estudio reveló que, en el Reino Unido solamente, la persona promedio usa contraseñas para 19 cuentas diferentes.
El surgimiento de programas para administrar contraseñas y de la tecnología biométrica mejoró algunas de estas dificultades, pero de todas maneras es probable que la seguridad de las contraseñas siga siendo un problema para algunos usuarios.
Por más sorprendente que parezca, esta contraseña seguía siendo la más popular en 2014.
4. Dar datos de más en las redes sociales
Las generaciones Y y Z usan cotidianamente Twitter, Facebook, Instagram y otras plataformas sociales, así como WhatsApp, Viber y otros servicios similares de mensajería instantánea.
Estas generaciones más jóvenes comparten prácticamente cada detalle intrincado de sus vidas, lo que lleva a la posibilidad de que dicha información online se intercepte, se robe o simplemente se venda a criminales.
Esta información también se puede vender a terceros comerciantes para que hagan publicidad dirigida, y es probable que los cibercriminales usen la misma información públicamente disponible para realizar ataques de Ingeniería Social, como enviar correos electrónicos o vínculos para ataques de phishing.
5. No tener soluciones de seguridad
Los programas antivirus cambiaron y evolucionaron en los últimos años. Su objetivo es detectar y eliminar en forma proactiva virus, troyanos, gusanos y otras clases de malware para mantenerte protegido. Sin embargo, algunas personas aún no tienen una solución de seguridad, aunque es una de las primeras líneas de defensa – junto con tener buenos hábitos y mantener los sistemas actualizados.
6. Creer que “eso no va a pasar”
Uno de los mayores problemas que tienen las personas con la seguridad de la información no es algo que ignoran, como instalar parches o descargar una solución de seguridad, sino la sensación de que ellos no son un objetivo deseado para los cibercriminales.
Los individuos y las empresas siguen adoptando el mismo enfoque de que “esto no va a pasarme a mí”. Ignoran las prácticas de seguridad esenciales y luego expresan su sorpresa cuando pierden datos, dinero o información como resultado de un ataque informático.
7. Dejar los dispositivos sin supervisión
Un error simple que muchos siguen cometiendo es dejar los equipos de escritorio o portátiles sin supervisión y desbloqueados. Lo mismo aplica a dispositivos móviles, como smartphones y tabletas.
No cabe duda de que el mayor riesgo es el robo del dispositivo, pero si se dejan desbloqueados también pueden exponer a los usuarios al robo de datos o a que te espíen mientras navegas online (lo que conocemos como “shoulder surfing”).
Los dispositivos que se dejan sin supervisión se convierten en un objetivo fácil para los criminales.
Los dispositivos que se dejan sin supervisión se convierten en un objetivo fácil para los criminales
8. Navegar con conexiones desprotegidas
Todos exigimos tener Wi-Fi gratuito en todas partes adonde vayamos, ya sea para poder navegar en Internet, verificar la cuenta de Twitter o Facebook, comprar productos online, vigilar las transacciones bancarias o realizar una llamada VoIP.
Pero a veces nos conectamos a redes Wi-Fi públicas de mucho tráfico que no son seguras y son abiertas, como en un café. En estas conexiones de Wi-Fi abiertas que no están protegidas por contraseña, las visitas a sitios web HTTP sin cifrar (no HTTPS) pueden permitirle a un atacante llevar a cabo un ataque Man-in-the-Middle (MITM) para interceptar el tráfico y monitorearlo para robar información, como contraseñas para transacciones bancarias online.
9. Ignorar las advertencias de los certificados SSL
¿Alguna vez visitaste un sitio web y recibiste una advertencia de seguridad de que la conexión no era segura? Probablemente alguna vez te pasó y quizá seguiste adelante y entraste a ese sitio no seguro.
La advertencia indica que el certificado SSL no es válido o venció, lo que hace que la conexión no sea segura y es más probable que un tercero logre comprometerla.
De hecho, investigadores de la universidad Carnegie Mellon University dijeron ya en el año 2009 que las advertencias sobre certificados digitales en los navegadores web no son una medida de seguridad efectiva, ya que muchos las ignoran. Hace poco, Google rediseñó sus advertencias de seguridad tras enterarse de que los usuarios de Chrome ignoraban 70% de las advertencias.
10. Descargar apps desde fuentes desconocidas
Ahora ya no es tan común, pero algunos dueños de smartphones y tabletas siguen descargando aplicaciones desde sitios web y tiendas de terceros no oficiales, lo que representa un riesgo masivo.
Algunas de estas tiendas contienen aplicaciones que son maliciosas o que parecen legítimas, pero que en realidad se volvieron a compilar incluyendo códigos maliciosos.
11. Liberar dispositivos móviles
Aunque algunos dueños de dispositivos iOS y Android prefieren liberar sus dispositivos para dejar de estar sujetos a las limitaciones impuestas por Google y Apple respectivamente, el proceso de jailbreak también representa un riesgo de seguridad.
“Lo que persigue un usuario con este proceso es acceder por completo al control del sistema operativo, pudiendo, entre otras cosas, descargar aplicaciones, extensiones y temas que no están en el repositorio oficial. Pero sucede que a la vez, este proceso deja un hueco de seguridad que podría ser aprovechado de forma maliciosa”, explicó Camilo Gutierrez, Security Researcher de ESET, al analizar la funcionalidad Rootless de iOS 9 que para muchos es un impedimento para realizar jailbreak.
La liberación de dispositivos puede provocar que ciertas aplicaciones dejen de funcionar y se comporten de modo inusual, mientras que también los hace más propensos a ataques externos. Además, si cambias la configuración de un iPhone o iPad, anularás la garantía de Apple.